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Dicen que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Que al mal tiempo buena cara, que después de la tormenta llega la calma, pero que al fin y al cabo las cosas nunca cambian. Que todo lo que sube baja, pero que agua que pasa no mueve molinos. Dicen que todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero que las segundas partes nunca fueron buenas; que quien tiene boca se equivoca y que rectificar es de sabios. Que a la tercera va la vencida. Que si te pica te rascas, que todo lo que escuece cura. Que el que lo sigue lo consigue y quien no arriesga no gana. Que no por mucho madurar amanece más temprano, pero a quien madruga Dios le ayuda. Que no hay más ciego que el que no quiere ver, que a palabras necias oídos sordos, pero que a buen entendedor pocas palabras bastan. Que la confianza la asco. Y que quien no corre vuela. Que las apariencias engañan y que no todo lo que reluce es oro. Y quien avisa no es traidor, que si te he visto no me acuerdo, y que a rey muerto rey puesto. Que más vale solo que mal acompañado, pero que tener amigos no perjudica. Y que un conocido no se encuentra a la vuelta de la esquina y que más vale bueno conocido que malo por conocer.

La vida.

La vida es caer y levantarse, y volverse a caer y volver a levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, y abrazarte a quien te abrace y a quien no te abrace, pues no te abrazas y punto, y no pasa nada.

Sueños liados en papel de fumar.

Y de repente todo se escapa ¿Por qué hay tantos altibajos en esta vida? ¿No puede ser todo feliz y punto? Pues hay veces que pensamos en ello y yo, por lo menos, me doy cuenta de que si todo fuera así sería una vida feliz, pero aburrida. Las locuras forman la vida, los llantos, cada sonrisa, esa persona, tu familia, los momentos felices, los tristes, todo. Pienso que hay que vivir cada décima de segundo al máximo, que te importen las cosas que verdaderamente tienen importancia. Da igual si estás mal, lo importante es que otro momento estarás bien. Sin tristeza no hay felicidad. Piénsalo. Sólo soñar es fácil. Hazlo pues. No lo desperdicies. Todo puede llegar a hacerse realidad. Todo pasa, todo se consume y entonces, ¿qué haces? Liar otro sueño en papel de fumar.

Hoy.

Hoy es uno de esos días en los que, lo más bonito que se me ocurre decir es: -¡Cómeme el coño!- Sin la preocupación de parecer basta o cerda. Es uno de esos días en los que todo me duele más de lo normal. Es uno de esos días en los que me doy cuenta de lo que me aprecian, me doy cuenta de lo que me desprecian, me doy cuenta de que haga lo que haga, todo seguirá siendo igual. Hoy decido escribir esto para desahogarme, una vez más, ya que nada ni nadie es capaz de atender a lo que digo. Entonces me doy cuenta del poder que tiene esto. Ya me siento mucho mejor y tan solo escribí unas líneas. Me doy cuenta de lo bonito que es plasmar aquello que sientes.